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En medio de la incertidumbre sobre su futuro tras desistir de jugar ante Lanús por problemas "anímicos", Ariel Ortega estuvo reunido hoy durante unas dos horas con el director técnico Leonardo Astrada en un sector del estadio Monumental, y se retiró sin haber participado de la práctica.

Ortega, quien había desistido por un estado depresivo concentrar el viernes último con vistas al partido ante Lanús, volvió al Monumental a las 9.30, se vistió para entrenar, pero Astrada dispuso que no lo haga pese a que el futbolista ya se había cambiado como para participar de la práctica y de volver a alistarse dentro del plantel para jugar.

Mientras el resto del plantel realizaba ejercicios regenerativos tras la caida ante Lanús, Ortega se reunió con Astrada y su ayudante de campo, Hernán Díaz durante dos horas, tras lo cual se retiró sin formular declaraciones.

Se esperaba para las próximas horas un encuentro entre el futbolista, que el viernes alertó que podría dejar el fútbol, y el presidente del club, José María Aguilar, con quien ya había tenido una comunicación telefónica.

Según los primeros datos de la reunión de esta mañana encuentro, Astrada y Díaz le habrían aconsejado que reflote un tratamiento sobre su problema, que en su momento lo llevó a establecerse en Mendoza mientras jugaba para Independiente Rivadavia.

Fuentes riverplatenses explicaron a DyN que la intención es que Ortega pueda solucionar su problema que provocó un cimbronazo en la gestión de Diego Simeone algo más de un año atrás, y que derivó en su traslado a Mendoza, y que los vaivenes del futbolista no alteren el plan de trabajo del cuerpo técnico.

El viernes último, cuando pidió a Astrada no concentrar, admitió que no estaba "anímicamente" en condiciones para jugar, pero también reconoció que podría dejar el fútbol, tal cual confirmó luego el técnico.

Matías Almeyda, naturalmente referente del equipo desde que volvió a calzarse la camiseta de River, trató elípticamente el tema de Ortega al sostener que "la decisión la debe tomar él", a quien destacó como "el último ídolo del club".

Asimismo, relativizó el caso Ortega al apuntar que al grupo de futbolistas y cuerpo técnico "le cayó peor lo de Cáceres porque es más grave".

La referencia de Almeyda fue por el caso de Fernando Cáceres, su ex compañero en el seleccionado argentino y en River que pelea por su vida en la cama de un hospital bonaerense tras ser baleado en la cabeza por delincuentes.

"Vivimos en una guerra constante entre nosotros y ya no se puede salir a la calle", enfatizó sobre el ataque al ex zaguero.