Logo

Los jugadores le dieron la razón al DT: ante Vélez tiraron el achique por decisión propia, y no por orden de Gallego. ¿Por qué lo hacen?

Una vez puede pasar, dos es una coincidencia... ¡Pero 12! Esa es la cantidad de veces que la defensa de Independiente usó sistemáticamente el achique, el viernes por la noche. Y cuando los goles de Vélez empezaron a llenar la canasta, el recurso, mal utilizado, fue un dolor de cabeza que volvió loco a Gallego, porque, según contó en el vestuario, él no los mandó a tirar el offside. En el primer tiempo, el Burrito Martínez cayó varias veces en la trampa. Pero en el segundo, el Fortín le encontró la vuelta y... "Desde que soy entrenador nunca me gustó jugar al achique, se presentaron las situaciones así y, después del penal, podrían habernos hecho muchos más goles, porque nos desconcentramos totalmente", plantó bandera el DT. Y sin ir más lejos, varios jugadores ayer le dieron la razón al técnico, en off y en on, en su reclamo. Entonces, ¿por qué lo hicieron?

"No sé por qué jugamos tan en línea. Porque en la semana no practicamos tirar la ley del offside. Se dio en este partido, que quedamos muy expuestos...", explicó Gabbarini en La Red. "No está en nuestro sistema jugar al achique, y en tratar de revertir el resultado, quedamos mal parados, y no queda otra opción que usar este recurso. No hay un acuerdo entre los cuatro defensores para hacerlo. Y a veces yo o el 4 quedamos enganchados, porque no lo entrenamos", aclaró Lucas Mareque, en Fox Sports-Del Plata. En tanto, Acevedo, contó: "Se dio por instinto, por desesperación. Y cuando la mano viene cambiada, debemos aprender a cerrarnos atrás, sin necesitar que el Tolo nos dé una orden".

El recurso, tan ligado, a César Menotti, justamente hoy manager del Rojo, ya había quedado en evidencia en el 3-2 contra Estudiantes, una fecha antes: tras un mal rechazo de Galeano, la pelota le quedó a Morales Neumann, habilitado por Vella, quien estaba a 30 metros en paralelo de la posición del delantero de Estudiantes. Luego, la genialidad de Piatti hizo olvidar la falla del fondo. Debido a ello, en la semana Gallego les dedicó un entrenamiento a los movimientos defensivos: resistir ataques, salir jugando con criterio o reventarla en caso de que se esté muy presionado. Nada de tirar el achique o defender en línea, sino más bien de manera escalonada. Pero el viernes Vélez no perdonó como el Pincha. O sí, porque varias atajadas de Gabbarini evitaron una diferencia aún más generosa.

Fuente: Olé